¿Queda la primera impresión? Los estudios de psicología han demostrado que esto es cierto dentro de las relaciones interpersonales, ¡y también le puede pasar a su reclutador durante una entrevista de trabajo!
Incluso si usted es perfecto para ese puesto, va más allá de los requisitos básicos y tiene experiencia en lo que es exigente, las posibilidades de ser contratado sin causar una buena impresión son bajas, especialmente en un escenario donde las empresas comenzaron a priorizar la adecuación de los candidatos con la empresa.
Por tanto, no basta con ser un buen profesional: también es necesario presentarse de alguna forma. Para ayudarte, hemos separado algunas prácticas que pueden hacer que seas la persona ideal para esa vacante.
1. Vaya más allá de lo que se le preguntó: haga un punto
Incluso si la responsabilidad de mantener la conversación no es suya, es interesante explorar diferentes posibilidades dentro de la conversación, si son relevantes para el contexto.
Sea concreto y demuestre cómo sabe dialogar sobre diferentes temas. Usando el chat a su favor, podrá probar los puntos específicos que el reclutador está buscando. Por ejemplo, si el tema es un proyecto en el que trabajó, continúe discutiendo sus experiencias profesionales y comentando otros eventos interesantes en su carrera.
Evite las respuestas monosilábicas de sí o no: demuestre que sabe de lo que está hablando y dé su opinión sobre los temas cuando se le pregunte. Solo tenga cuidado de no caer en el problema contrario y extenderse excesivamente. Siempre estar atento a las reacciones del entrevistador le ayudará a comprender cuándo es el momento de hablar o no.
2. Deje en claro que conoce al contratista
Ir preparado para la entrevista marca una buena primera impresión. Esto le mostrará al reclutador que estás interesado en el puesto, además de abrir posibilidades para nuevos temas, como se indicó en el tema anterior.
Demuestre que comprende el negocio de la empresa, su historia y el mercado en el que opera. Puede hacer preguntas o simplemente hacer conexiones pertinentes entre lo que se está discutiendo y la empresa contratante.
Lo crea o no, hay muchos profesionales que van totalmente desprevenidos a las entrevistas, perdiendo grandes oportunidades y corriendo el riesgo de equivocarse.
3. Demuestre que coincide con la empresa
Una vez que haya investigado sobre la empresa y haya entendido la importancia de «venderse a sí mismo» y explorar diferentes temas durante la conversación, ¡demostrar cómo encaja con esa vacante será un trabajo fácil!
Cuando un profesional de RRHH comienza a preparar un contrato, uno de los trámites básicos es imaginar el perfil profesional ideal para ese puesto. En esta etapa se consideran aspectos más técnicos, como experiencia, empresas previas, formación y otros, pero tampoco se excluyen las cualidades de comportamiento.
El candidato ideal para la vacante, además de cumplir con los requisitos básicos, debe coincidir con su nueva empresa en términos culturales. Dado que la cultura es lo que guía el estilo de trabajo de ese lugar, esta alineación debe existir para que el profesional “se reúnase” adentro y sea feliz trabajando.
Por ejemplo, si la empresa tiene un esquema de oficina en casa u otro tipo de trabajo remoto, sería una buena idea comentar cómo valora la práctica y la considera importante por razones específicas. Puede parecer que no hace ninguna diferencia, pero son prácticas como esta las que notifican al reclutador una clara identificación con la empresa.
4. Ejemplifica tus cualidades
Los discursos vacíos no tendrán valor durante una entrevista de trabajo. Puede decir que es el profesional más increíble en su campo, pero ¿qué le demostrará este punto al reclutador? ¿Qué te hará creer que eres el profesional adecuado para ese puesto?
Probablemente ya se haya preparado de antemano para las respuestas que dará en determinadas situaciones. ¿Qué tal hacer una lista mental de los resultados, logros y reconocimientos que consideras importante incluir en la conversación?
Por lo tanto, puede anticipar para que el reclutador pueda ver sus cualidades en la práctica.
5. Llegue a tiempo
Llegar a tiempo (o un poco antes) es una cuestión de educación y responsabilidad y es una excelente primera impresión. Dado que el problema principal aquí es crear una imagen positiva para el reclutador, debe respetar su horario.
Si la entrevista es por videollamada, también vale la pena verificar de antemano cómo es su conexión y si el lugar en el que se encuentra es adecuado para conversar. La regla sigue siendo la misma en este caso: ¡prepárate a la hora acordada!